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ZOOM

Hace muchos años, un grupo de psicoanalistas liderados por las psicólogas Clara Rosenblut y Susan Mailer, nos reunimos y creamos un espacio de supervisión grupal. Cuando surgió la aplicación WhatsApp, aproximadamente diez años atrás, creamos un chat de comunicación del grupo y lo bautizamos “Más allá del diván“, haciendo alusión a una mirada diversa y contemporánea del psicoanálisis.


En aquellos momentos no nos habríamos podido imaginar que dicho chat, años después, se convertiría en el chat de comunicación de nuestro grupo APSAN, que actualmente está comenzando a dar formación psicoanalítica bajo el auspicio de la IPA. Hasta antes del comienzo de la pandemia tampoco pensábamos que esta formación se iniciaría a través de medios digitales y menos aún que abruptamente dejaríamos nuestras consultas y que nuestro modo de trabajar en psicoanálisis se haría también a través de las pantallas.


Ahora usamos el calificativo "presencial" para distinguir las sesiones de cuerpo presente de las consultas virtuales. La plataforma "Zoom virtual" ha pasado a ser la principal vía para mantener el trabajo analítico con nuestros pacientes y también la vía de comunicación con nuestros colegas.


Ha habido una pérdida para todos, no cabe duda, pero la capacidad de adaptación ha hecho posible la habilitación de este nuevo espacio virtual, que simultáneamente también es un tipo de experiencia de encuentro real, pero diferente a la acostumbrada. Los ritos del comienzo y final de sesión se mediatizan a través de un "click". Además se nos impone un gran trabajo adaptativo que posiblemente influye en la sensación de cansancio con las pantallas.


Tenemos que encontrarnos a través de la interfaz de la pantalla jugando simultáneamente con una imagen que nos representa a ambos miembros de la díada en una suerte de desdoblamiento. Debemos lidiar con la disociación que se produce en la percepción del espacio y del tiempo, podemos estar comunicándonos en un tiempo casi simultáneo, pero desde espacios diferentes a ambos lados de las pantallas. Muchas veces el rostro aparece en un primer plano. Esto es variable ya que algunas personas se ubican mas lejos del computador. A veces la imagen se "congela", en otras ocasiones por momentos se fragmenta la voz y se desfasa del gesto. Se produce una asimetría en la percepción de la corporalidad, vemos solo una parte del cuerpo.


A través de las neurociencias sabemos que una característica especial de la conciencia es su capacidad de unificación, que hace posible la conciencia de tener “mi experiencia y no un revoltijo de estímulos sensoriales” (Kandel). La mente da sentido a las experiencias perceptivas y crea figuras donde no las hay. En este sentido, al estar frente al computador, luego de un rato, nuestra mente crea la ilusión que estamos frente a la otra persona como si de verdad estuviéramos presencialmente compartiendo y completamos lo que falta usando estas capacidades creativas y adaptativas de nuestro inconsciente biológico. Desde nuestro inconsciente dinámico podemos resonar emocionalmente con empatía o con otros sentimientos o emociones contratransferenciales que podemos explorar usando nuestras herramientas de trabajo analítico.


Cabe preguntarse cómo se produce la sensación de encuentro en este tipo de experiencia virtual-real. Pienso que el encuentro se da en la co-creación del espacio íntimo y ético, en la confianza que da la confidencialidad, en la escucha psicoanalítica y en las resonancias afectivas mutuas que permiten nuevas maneras de pensar y expanden las capacidades autoreflexivas. Este sería el proceso de encuentro que se va entretejiendo a través del transcurrir de las sesiones, el puente y la integración psicosomática se establece a través del procesamiento que va haciendo la díada, de las imágenes y emociones que van circulando en la interacción.


En nuestro trabajo como psicoanalistas, a través de los años de experiencia, hemos desarrollado lo que ahora, metafóricamente podríamos llamar, una capacidad de hacer “Zoom emocional“, que nos permite hacer acercamientos a diferentes planos y miradas de lo inconsciente que va emergiendo en el encuentro con nuestros pacientes en las sesiones analíticas. Esta “mirada o escucha Zoom” permite captar los aspectos mas íntimos de nuestro mundo interno, registrarlos y construir nuevas historias de trabajo y desarrollo de conciencia autoreflexiva. En este sentido lo esencial de nuestro trabajo se mantiene aunque medie la tecnología.

Estas nuevas formas de "relacionalidad" se han ido instalando masivamente a propósito del contexto actual. Ya llevamos alrededor de un año y medio usando estos dispositivos virtuales y va surgiendo una nueva fenomenología en la diversidad de modalidades de encuentro que elige la díada analítica. Hemos observado cómo a veces el fondo espacial donde se sitúan los pacientes va develando aspectos inconscientes que se van haciendo conscientes y son un aporte al trabajo analítico.

La consulta virtual ha pasado a ser un emergente de los nuevos tiempos en el contexto actual de la pandemia. El tiempo dirá lo que resulta de estas nuevas experiencias en periodos de incertidumbre. Parafraseando a Siri Hustvedt podemos decir que las dudas que surjan del uso de estos nuevos dispositivos como alternativas a los encuentros presenciales, “podrían derribar los espejismos que producen las certezas”.













Dra. Edy Herrera L.

Psicoanalista APSAN



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