Dr. Adrian Sutton.
A modo de advertencia, tengo que señalar que el lector no se va a encontrar con un psicoanálisis aplicado, no hay una adaptación ni una modificación de una técnica, ni menos la propuesta de una técnica particular. Por el contrario, el lector interesado se puede encontrar con una profunda comprensión psicoanalítica del con-tacto íntimo humano, del entendimiento del impacto de las enfermedades en las emociones, de cómo los tratamientos afectan en las emociones, en las relaciones de los pacientes, a sus familias y a todo el personal médico y de salud del servicio. Finalmente se encontrará, cómo estas afectan la entrega del cuidado en los distintos servicios de salud.
El Dr. Sutton logra transmitirnos el verdadero sentido del trabajo interdisciplinario, y particularmente cómo el psicoanálisis llega a ser una herramienta útil e indispensable, en una clínica donde la vida y la muerte - la "hilflosigkeit" freudiana- es el telón de fondo permanente.
El autor encuentra en la Contratransferencia una herramienta central para acercamiento y como dice el mismo, en el "Manejo de Caso". Manejo que recuerda los conceptos winnicottianos de Sostén, Manejo y Presentación de Objeto, tríada del lugar materno y particularmente de la constitución del psiquismo humano. Esto implica el encuentro en la intimidad emocional, donde la extrema vulnerabilidad propia de la clínica hospitalaria, lleva a lo que nosotros como psicoanalistas llamamos replegamiento. Sutton toma de Winnicott su entendimiento de la regresión como condición de con-tacto y comunicación, lo que entrega la comprensión clínica de cómo manejar cada caso y complejidad clínica que cada uno de estos tiene. Quizás por esto Sutton va a nombrar uno de los capítulos como: "La práctica como un especialista en no-saber", es decir destacando el valor clínico de lo que Winnicott y Bion nos traen como capacidad negativa, es decir como posibilidad de apertura emocional al otro en su radicalidad, marcada esta vez por lo que sería un territorio dominado por las angustias propias de lo psicótico o angustias impensables. Desde este lugar la comprensión, interpretación y contención de la propia contratransferencia se ofrece como posibilidad, posibilidad de manejo en propiedad de una clínica, en el caso de Sutton como Pediatra, de un alto impacto emocional. Justamente el autor nos previene de la pre-madurez de nuestro “conocimiento y pericia”, cada caso, más aún como los detallados por Sutton, señalan territorios que están más allá del alcance de lo simbólico y donde el síntoma es un modo de lo impensable.
Rodrigo Rojas Jerez
Psicoanalista APSAN -IPA
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