Al dar inicio a los Seminarios en nuestro Instituto, estamos partiendo un proceso que podemos asociar con el proceso constituyente que se inició en el país a partir del plebiscito. Algo de la vitalidad y energía que nos ronda puede asemejarse a la del 25 del Octubre.
Toda épica tiene sus hitos y paradigmas propios. Es de este proceso de formación de la primera promoción de analistas APSAN, de lo que nos gustaría contarles hoy día.
Como muchos de ustedes saben, estamos al mismo tiempo inaugurando los primeros seminarios teóricos de la formación este final de año 2020. La partida del camino se hizo con dos seminarios de Freud que se están desarrollando con la participación de los docentes APSAN y los analistas en formación que han iniciado su camino para estudiar y practicar psicoanálisis. Al mismo tiempo como Grupo de Estudios API (Asociación Psicoanalítica Internacional) estamos en el proceso de acreditarnos como sociedad analítica en derecho pleno. Esta doble tarea trae sus particularidades que hemos ido sorteando hasta ahora, con todo lo que implica. Conversaciones periódicas con los sponsors, Norberto Marucco y Ruggero Levy, con los que ya hemos ido construyendo una relación de trabajo fructífera que permite la conformación de un cuerpo de analistas habilitados para las distintas tareas formativas. Como toda institución analítica y especialmente a propósito de la formación, nuestros mecanismos inconscientes circulan por los vasos comunicantes entre nosotros, se activan viejas formulas y lo no procesado puede hacerse presente. Esperamos contar con nuestra capacidad de pensar y repensar maneras para observarnos, encontrar salidas constructivas e incluir a todos en este proceso formativo. Esperamos también que nuestros ancestros analíticos nos iluminen el camino, tanto en el aprendizaje como en la creación de formulas nuevas que hagan de este tiempo de formación uno fructífero y amable.
Traemos al presente a una analista central en la formación de varios de nosotros. Fue directora del Instituto donde nos formamos en la Apch, Liliana Pualuán. Nacida en Puerto Aysén, psicoanalista infantil y escritora, formadora de generaciones.
En uno de sus tantos escritos literarios nos transmitió la libertad de las imágenes, la riqueza de las metáforas para los procesos analíticos para comprender y llevar la vida.
Extracto de “La casa blanca”
En un terreno entre juncales, donde florecen nalcas, crecen helechos musgos y cardos, y un manzano, doña Clemátida Siringa, madre de Silene Alba, hizo construir su cabaña. Las bases eran de coihue para mantenerla firme y resistente a la humedad y a los roedores. Estos animales convivían con los pueblinos bajo las casas, entre las paredes. Son presencias fantasmales porque no se ven, y lo que se escucha de ellos es parte de lo cotidiano. La casa es extraña en su forma y distribución. La entrada tiene una puerta gruesa de coihue para que no entre el viento, y una mampara de vidrio para que el frio no pase junto con los visitantes...
Una casa para Apsanines…
Carla Fischer - Luz María Gómez
Comité de Seminarios Teóricos y Comité Infanto-Juvenil
Clínicos
Noviembre 2020