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“La Voz Humana” Jean Cocteau

Actualizado: 29 dic 2020

ADAPTACIÓN VICTOR CARRASCO


En tiempos de pandemia el modo zoom vino para quedarse, generando un cambio en las artes escénicas, en especial en el teatro, como en las interacciones entre nosotros. Ir al teatro es y ha sido para nosotras una actividad que nos invita al diálogo, difícilmente la pensamos en forma individual, por eso de zoom a zoom. En vez de caminar a la salida del teatro en busca de un lugar para conversar largamente, esta vez lo hicimos desde nuestras casas, lo cual nos generó un diálogo atractivo con esta obra de Jean Cocteau de 1930, cuya adaptación y dirección de Víctor Carrasco desarrolla ciertos matices interesantes sin variar el texto significativamente. Este monólogo intenso y emotivo que protagoniza Amparo Noguera, deja en evidencia la imposibilidad de no comunicar por parte del que no habla. La sola presencia del otro (en este caso de Francisco Pérez), ya es en sí un diálogo, aunque no haya por parte de él palabras emitidas. Sus resonancias emocionales, su gestualidad e incluso el silencio de ellas trasluce y llena la escena de evocaciones y diálogos que se suponen o interpretan.


La obra trata profunda y emotivamente sobre el término de una relación amorosa, en la que ella le pide a su expareja expresar lo que piensa y siente. Ello nos llevó a navegar por diferentes aspectos de las relaciones de pareja; el rol actual de la mujer, nuestras propias contratransferencias tanto frente a ambos personajes como ante el vínculo que se da entre ellos. También nos llevó a jugar entre ciertos elementos que da el autor; la presencia de un tercero representado por el perro de ambos, un sueño relatado por ella (que permite entraren su inconsciente) y el tema de la escucha como analistas, las diferentes escuchas y el contexto social en que nos encontramos. Es una obra evocadora y movilizadora, tan actual y desgarradora como en 1930, aún más por cómo vemos que las relaciones o la identidad de ser mujer sigue siendo un tema a conversar, trabajar y educar.


Un tema es la muerte y el duelo frente a un vínculo de dependencia y de cómo surge lo disociado entre la idealización y devaluación melancólica por parte de una mujer que está en el límite de una situación de desesperación, tal como Cocteau intenta transmitir: la imagen de un animal herido que se va desangrando...donde de hecho ella declara haber intentado suicidarse… ¿Es un acto amoroso el aceptar un encuentro sólo desde el lugar de escucha o más bien tiene un grado de agresión? ¿Tal vez es una puesta de límites del hombre, frente a esta mujer desbordada y dependiente? ¿Es el perro un representante de aquello agresivo y rechazable del self detestable de ella, que necesita ser adoptado por él? ¿Es el sueño de la mujer donde le pide que no le quite el oxígeno a él un último pedido de salvación y búsqueda que le insufle líbido?

Gisela Berry y Lorena Casanueva

Psicoanalistas Apsan

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