Bastante se ha hablado en los últimos meses de la premiada película danesa Otra Ronda (Druk 2020), dirigida por Thomas Vinterberg (La Celebración, La Cacería), con una trama en torno a un grupo de profesores en plena crisis de la edad media de la vida que deciden hacer un experimento al consumir sistemáticamente alcohol. Se muestra las etapas de esta apuesta, con un inicio vitalizante, el que dramáticamente va dando paso a una pérdida del control y a una alteración en la vida de los personajes con diversos desenlaces, dependiendo de sus personalidades, subjetividades y contextos. Fundamentalmente destaca lo sucedido con el personaje principal, brillantemente interpretado por el también danés Mads Mikkelsen, quien se observa al principio con mucha inhibición, aislamiento, introversión y desvitalización. Se comienzan a ver los efectos del uso del suplemento y la superación en un primer momento de su “sintomatología”. Es interesante como se despliega la relación idealizada con el objeto-alcohol y también como funciona el grupo de amigos en torno a éste. La vitalización de los personajes o su masculinización (dependiendo del marco teórico que se utilice) aumenta hasta llegar a un clímax, para pasar en cosa de minutos a todo lo contrario. Se agradece como se muestran las diferentes consecuencias del consumo en los distintos personajes, lo que permite ver la particularidad de cada sujeto, lo cual muchas veces en el abordaje clínico de esta problemática fácilmente se pierde. Es singular de esta película el enfoque del funcionamiento grupal, el cual parece potenciar el consumo de manera exponencial lo que da para pensar en las relaciones y los fenómenos grupales que ocurren en este grupo de profesores y también en lo no ocurrido grupalmente los años anteriores y que podría haber contribuido al aislamiento e introversión de sus personajes.
Ps. Juan Francisco Chadwick
Psicoanalista Apsan
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