Comentarios de las múltiples creaciones e interpretaciones musicales se pueden encontrar escritas en las mejores revistas por connotados curadores, críticos y/o por columnistas especializados. Lo más apasionante, sin embargo, no deja de ser para mi encontrar en un azaroso juego de “descubrir lo que ya estaba ahí”, una nueva melodía, un nuevo modo de expresión musical, o redescubrir lo simple o lo ya conocido; a veces también esa tediosa dificultad de percibir lo nuevo y que, tras variadas y muy personales formas de acercamiento, va modificando nuestros estados emocionales, desde la piel hasta los huesos. Julian Lage (32 años), prolífico guitarrista desde fines de los años 90, confeso enamorado de la guitarra desde muy pequeño, en su grabación “World´s Fair” de 2015 (Modern Lore Records, su tercera grabación y primera como solista) muestra su genio interpretativo a la vez que anima la esperanzadora sensación de infinitud en la expresión del arte, de resiliencia y simplicidad. Guitarra acústica (vintage , 1939 Martin 000-18) mezcla de lo folclórico y lo clásico (esa música que se extrae desde la raíz!) expresado no sólo en la perfección técnica, que pasa en general casi desapercibida durante las doce composiciones de este “disco” disimulada por la sutileza y belleza melódica, sino también por lo que el propio Sr. Lage nos dice a través de su inspiración para este álbum en el maestro Andrés Segovia.
Algo que no deja de sorprenderme: es la delicada unidad de este disco que, sin que haya necesariamente un evidente hilo que lo conduzca, logra además que cada pieza conserve y exprese su propia “identidad”. Tal vez sólo el tema final sea testigo retroactivo de esto, un maravilloso “Lullaby”. Tal vez también de allí el nombre del álbum.
Esta es una creación que abre puertas a conocer a un músico pluralista, absolutamente actual a la vez que nostálgico, serio y maduro como también alegre y apasionado californiano, que de manera generosa comparte su maestría y deleite por la música y el “buen gusto”.
Maridaje: un buen equipo de sonido, suficientemente bueno, para apreciar lo mejor posible las texturas logradas del instrumento. Para escuchar en silencio, solo o bien acompañado.
Se puede acceder a la grabación desde diversas plataformas como AppleMusic, Spotify o Tidal.
Dr. Claudio Martínez K.
Apsan, julio 2020
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