La Incertidumbre

 

Los cambios sociales, políticos y de salud que hemos vivido últimamente como sociedad nos han tocado a todos, instalando períodos de incertidumbre que hacen difícil sostener espacios de reflexión. Precisamente, en este número nos ocupamos de estas complejidades, de lo que implica la reflexión como proceso y acción. 

 

Suele entenderse la incertidumbre como la falta de adhesión de la mente a algo conocible o la falta de conocimiento seguro. La búsqueda incesante de explicarnos los hechos, de digerir lo incomprensible y encontrar la razón perfecta, nos puede llevar a momentos de anti pensamiento al intentar predecir el futuro e intentar explicarnos una realidad que no siempre nos hace sentido.  Freud nos enseña sobre como conducirnos con la incertidumbre propia y plantea la necesidad de soltar la seguridad, incluso la propia. Nuestros columnistas se hicieron estas preguntas: ¿cómo nos afecta en nuestra técnica?; ¿podremos plantearnos con la calma y la disposición afectiva necesaria con nuestros pacientes cuando también estamos frente a la incertidumbre? ¿Por qué tratamos de salir rápidamente de ella?; ¿Certezas versus incertezas?, ¿un símil quizás de anti pensamientos versus sostener la duda?;  la duda, ¿podremos sostenerla sin  reducirla a algo binario, más allá de la lógica de Hamlet?; ¿Qué beneficios nos trae sostener la incertidumbre?

 

En las dos columnas de este número surgen análisis interesantes y propuestas sobre cómo abordarla, de entender a la sociedad como una función materna o lo fundamental de tener presente cuando estamos en el torbellino emocional que con lleva la incerteza, ¿debemos  sostener la pregunta?, ¿la duda?,  ¿de “amigarnos” con lo incierto?. 

Estos son los temas que encontrarán en este boletín que los y las invitamos a leer, reflexionar y comentar.

 

Comité Editorial